viernes, 20 de mayo de 2011

Patos, ¡al agua!


Una de las cosas con las que soñaba cuando Víctor aún existía sólo en mi deseo, era ir a la piscina con mi hijo.
Gracias a las amigas de Ja tenim un fill me he enterado de que en el centro deportivo municipal Can Ricart organizan cursos de natación para bebés en una piscina... ¡de agua caliente! Es un jacuzzi gigante de diez metros por cuatro y el agua está a 34 grados, la temperatura ideal para el baño de los bebés.
La clase dura media hora y padre y madre pueden alternarse con el bebé en el agua.
En la piscina hay un tobogán que a los más mayorcitos les encanta, y varios juguetes flotantes.
La monitora explica qué hacer con el bebé y ya desde el primer día los hace sumergirse totalmente durante un par de segundos.
A Víctor le encanta ir a la piscina, no tiene ningún miedo al agua y diría que lo que más le gusta es "el churro" que se ve en la foto. Él se agarra muy fuerte y mamá lo pasea por la piscina.  ¿Para qué sirve si no tener una madre?
Los cursos son el sábado por la mañana y aconsejo reservar plaza el mismo día en que se abre la matrícula, porque yo fui al segundo y conseguí la última plaza por los pelos.
Por lo visto a mucha gente no le gusta el agua fría.

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