Por la tarde he ido con Víctor a Cornellá para visitar la feria Bebés y mamás.
Ha estado
divertido, he tomado un par de direcciones de tiendas interesantes y he
comprado unas cosillas.
Lo mejor, como siempre en estos casos, ha sido
mirar a la gente: mujeres embarazadísimas, a punto de dar a luz,
haciendo colas de tres cuartos de hora para llevarse un potito gratis
(que van a usar como mínimo dentro de seis meses), otras rellenando
formularios infinitos con sus datos (gracias a los cuales recibirán
publicidad para el resto de sus días) para participar en el sorteo de
una caja de lápices, otras escondiendo los potitos ya conquistados para
ponerse otra vez en la cola...
La novedad más delirante que he visto es un pijama que cambia de color
si el niño tiene fiebre. Demonstración: un muñeco llevando el pijama y
un hombre calentándolo con un secador de pelo. Funciona! Si tu hijo
tiene 50 de fiebre, el pijama cambia realmente de color, ¡lo he visto con
mis hojos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario